No es difícil, pues, llegar a la conclusión de que las influencias musicales de gran parte de los artistas españoles son anglosajonas. Con todo, los que se aventuran a componer su música en inglés aún siguen teniendo que responder a la sempiterna cuestión de "siendo español, ¿Porqué en inglés?". La respuesta de estos músicos debería ser un grandísimo "Somos españoles, so what?".
En un interesante artículo de opinión del blog "Pop Madrid" ya comentaron en una ocasión cómo los grupos de la
Movida -y los que posteriormente recogieron el testigo con más o menos éxito- coparon en su momento "todos los huecos de la industria", dejando poco espacio para el desarrollo de nuevos grupos y estilos. Y es que esa era otra época e internet aún no se había convertido en la poderosa herramienta que es hoy. Los menospreciados grupos
indies españoles de principios de los '90 fueron los primeros en insuflar un poco de aire fresco al panorama musical español. A pesar de ello, críticos como Diego Manrique -entre tantos otros- no dudaron en clasificar a "esos grupitos que cantan en inglés" de "mediocres y prescindibles". Denostados por la crítica pero apreciados por una parte -no tan pequeña como nos hicieron creer- de la audiencia, ellos prepararon el camino para las Russian Red y los Sunday Drivers del futuro, a pesar de las diferencias estilísticas. Estoy hablando de grupos como
Killer Barbies (8 álbumes a las espaldas),
Undershakers,
Australian Blonde (9 álbumes),
Sunflowers,
Love of Lesbian, y otros grupos del "Xixón Sound". Un caso notable que todos recordaréis es el de
Dover, que saliendo de una discográfica pequeña tuvieron un éxito inusitado con su álbum "Devil came to me" -y discos posteriores-. Algunos de ellos ya no existen, otros sí. Algunos han cambiado al castellano, otros no. Lo que cabe destacar de todos ellos es que triunfaron usando el inglés en un país que aún no lo tenía muy claro.
Estos grupos fueron la avanzadilla de la
explosión de artistas en inglés que se ha vivido en los últimos años. Dejando a un lado el mundo del rock más duro, donde hay infinidad de grupos que usan la lengua de Shakespeare, tenemos gente como
Shap -mezcla de
soul, jazz, pop-,
No Reply -autores del famoso "Hola somos No Reply venimos de Madrid" que puso a bailar swing a todos los guiris del FIB-, o dos grupos estrella del sello español
Funkorama: los funkeros
The Sweet Vandals o los
Speak Low, con su
funk y
acid jazz. En una onda similar se mueven los catalanes
The Pepper Pots, que con su mezcla de
rocksteady y
soul ya han dado conciertos por medio mundo, entre ellos en el prestigioso y multitudinario festival SXSW de Austin (Texas).
Cercanos a estos géneros están los proyectos de las cinematográficas Laura Pamplona (
Sweet Wasabi, en inglés y castellano) o Leonor Watling (
Marlango, completamente en inglés). Un camino también anglosajón pero mucho más electrónico ha elegido otra actriz,
Najwa Nimri, en sus álbumes.
En el mundo del
pop-rock no mainstream, el inglés también es popular:
Sunday driveres (6 discos),
The Melocotons,
Half Foot Outside... Algunos de ellos han preferido combinar los dos idiomas; es el caso de
Sidonie o la felina
Christina Rosenvinge. Otro ejemplo de uso exitoso del inglés lo encontramos en el triunvirato de las niñas mimadas del
folk español:
Alondra Bentley,
Anni B. Sweet y
Russian Red.
Si echáramos un vistazo a las influencias musicales de todos los anteriormente citados encontraríamos cosas como éstas:
PJ Harvey,
Donovan,
Nick Drake,
Joni Mitchell (Alondra Bentley),
Cherry Poppin' Daddies,
Royal Crown Revue,
Squirrel Nut Zippers y toda "la buena música americana negra" (No Reply),
Joan Baez,
Cat Power,
Kate Bush y
Bob Dylan (Anni B. Sweet ) y así podríamos llenar varios artículos más...
A pesar de todo,
aún sigue habiendo gente a quien le chirría que un cantante español prefiera el inglés para comunicar un mensaje que, teóricamente, habría de ser universal. Lo cierto es que estos ataques chovinistas tienen poco sentido cuando se profundiza un poco en el origen de todo. Y es que resulta que los artistas españoles que cantan en inglés no lo hacen por una mera pose. Tampoco tiene nada que ver con atacar o menospreciar la lengua patria.
Como siempre, la realidad es mucho más simple:"Al principio cantar en inglés era un poco de imitación: el 95% de la música que escuchamos es en inglés. (...) No es algo que se elige, responde más a una necesidad". (The Sunday Drivers)
"Cantar en inglés es instintivo. Siempre he escuchado música en inglés". (Lourdes Hernández aka Russian Red).
Estas citas -similares en las entrevistas de todos los músicos citados en este artículo- hacen pensar que el inglés no suena forzado en estos artistas porque lo han "mamado" desde muy pequeños.
Podría decirse incluso que es el inglés su "lengua materna musical" y lo natural para ellos es cantar en inglés.
Si además el éxito les acompaña, ¿qué problema hay?[Hemos obviado citar a
Virginia Maestro en este articulo. Supongo que está clara la relación que tiene ella con todo lo anteriormente expuesto]