Si me preguntan por ti

Si me preguntan por ti, les diré que merece mucho la pena detenerse a escucharte un instante. Que no se arrepentirán, me atrevo a asegurar. Que me darán las gracias, me atrevo casi a prometer.

Les contaré que apareciste de repente, sin esperarte, con un maravilloso “Smile” que será ya siempre tuyo, con esos ojos inmensos abiertos como soles azules dispuestos a comerse el mundo. Les hablaré del coraje con el que, en este último año y medio, has luchado y aprendido lo indecible para acercarte a ese sueño que tuviste una vez cuando eras niña y que ya siempre te acompaña. Les hablaré de valentía, de ilusión y de esfuerzo. Les hablaré de tantas cosas que no sabré por donde empezar…

Si me preguntan por ti les diré que tienes un diario repleto de canciones. De esas que salen de dentro, escritas con el corazón. Porque (y así lo repetiré para que quede bien claro) tú escribes con el corazón. Cierras los ojos, dejas que tus dedos se deslicen lentamente entre las finas cuerdas, con suavidad y… sientes. Las frases y las melodías surgen así, desde dentro, desde algún lugar que es solo tuyo, porque existen, porque son de verdad. Y eso no es algo que se pueda aprender. Se tiene o no.

Si me preguntan por ti les diré que andas preparando un nuevo disco, que en realidad es el primero. Un disco que será una fracción tuya y que estará compuesto por esos pedacitos de vida que has ido creando poco a poco, con mucho mimo, con los ojos cerrados, latiendo al compás de una guitarra que forma parte de ti.

Si me preguntan por ti les diré que mientras ese momento tan esperado llega (ojalá no tarde mucho), sigues creciendo cada día. Diré que has encontrado tres fantásticos compañeros de viaje y que, despacito, muy despacito, os habéis propuesto seguir la senda buena. Que cantas en escenarios de verdad, en acogedoras salas en las que no hay artificios de ninguna clase, sólo música, nada menos que música. Un calidoscopio de sensaciones, un escaparate vivo en el que puedes mirar a los ojos al público con la misma emoción que ellos pueden verse reflejados en los tuyos. Les diré cuánto me alegro de esa experiencia tan enriquecedora para ti. Porque ese es el camino idóneo. No hay mejor manera de empezar; este bonito comienzo alimentará tu prestigio. Sin escondites ni atajos. Con la hermosa dificultad de lo auténtico.

En definitiva, si me preguntan por ti, les diré tu nombre: Virginia Maestro. Y les daré un aluvión de razones para tener confianza. Para creer.

Y si, después de todo esto, siguen preguntándome por qué, les hablaré de la esperanza…

Porque tengo ganas de escuchar algo distinto por fin. Porque en un mundillo tan aburrido y tan gris como éste de la música en España es un placer descubrir un halo de originalidad. Porque estoy seguro de que el arte y la creatividad no tienen por qué estar reñidos con el éxito. Porque creo en esa fórmula. Porque apostando por algo bien hecho también se puede ganar. Porque la mediocridad es de mediocres. Porque, entre tanta vulgaridad impuesta, de vez en cuando surgen talentos jodidamente especiales como el tuyo. Porque tu voz es del color de la verdad. Porque detienes el mundo cuando cantas…

… por todo eso y mucho más…

… sí a Virginia Maestro.

Básicamente, porque la música puede ser maravillosa.

by Julien Sorel

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Foto: Karnapa